¿Cuál debe ser el color de la llama de mi caldera de gas?
Dependiendo del tipo de caldera que tengamos y el uso que le demos, puede que la utilicemos a lo largo de todo el año (en los casos en que utilizamos agua caliente sanitaria) o solamente durante el invierno (calefacción y ACS). Sea cual sea tu caso, la caldera es uno de esos electrodomésticos de nuestro hogar al que debemos prestarle bastante atención. Y más concretamente, a la llama de su combustión. Si observas que el color de la llama de tu caldera ha cambiado o tiene un tono un tanto extraño, diferente al que tenía al principio, es importante estar alerta y solicitar siempre los servicios de un profesional. De lo contrario, podrías estar poniendo en riesgo tu salud y la de las personas que convivan en el hogar y, obviamente, no queremos que eso ocurra. Aun así, en ClimátiCO queremos darte algunas pautas e indicaciones, únicamente a nivel informativo, para que conozcas cómo debería ser el color adecuado de la llama de tu caldera y, en los casos en los que no sea así, qué problemas o riesgos podrías estar corriendo. Pero, como se suele decir, empecemos la casa por los cimientos:
¿Qué tipos de calderas de gas existen según su combustible?
Hay 3 tipos: calderas de gas natural, calderas de gas propano y calderas de gas butano.
- El gas natural es un combustible fósil compuesto principalmente por metano, aunque también contiene, en menor proporción, nitrógeno, etano, butano, propano, CO2, H20, y otros hidrocarburos más pesados.
Los usos de este combustible son numerosos. Sin embargo, el uso doméstico más destacable es el de la calefacción.
- El gas propano y el gas butano son, ambos, gases licuados obtenidos del petróleo o de pozos de gas. Entre sus usos más habituales se encuentra la calefacción, el agua caliente sanitaria y la cocina.
¿Cómo se produce la combustión en una caldera de gas? ¿Qué es exactamente una llama?
La combustión es una fuente de energía. Se trata de una reacción química del oxígeno del aire y lo distintos elementos que forman el combustible; en este caso, el gas natural. Dicha reacción química lo que hace es liberar una energía que se transforma en calor.
La llama es la emisión de luz que genera la combustión. Es el resultado de una reacción química rápida y persistente, que emite calor y luz.
Te explicamos con detalle a lo largo del post pero, si te resulta más instructivo ver las imágenes, puedes echar un vistazo a este vídeo en el que te describimos, con algunos ejemplos, cuál debe ser el color de la llama de tu caldera o calentador de gas.
¿Cómo es el color de la llama de una caldera de gas en buen estado?
El color de la llama de una caldera de gas es el mayor indicador de la salud de tu equipo pero, ¿sabes cuál es el color que indica que tu caldera funciona correctamente?
El azul. Sí, si la llama que emite tu caldera es de un color azul estable y constante, no debes preocuparte por el estado de tu caldera, al menos en ese aspecto, pues la combustión la estará realizando de forma adecuada.
El color azul indica que las proporciones de gas y aire del proceso de combustión de tu equipo son correctas. Tu caldera quema apropiadamente todo el gas y no hay riesgo de peligro. Es posible que, aun así, en algún momento se vean micro destellos amarillos en la propia llama. Esto no son más que partículas de polvo que entran en contacto y se queman.
Además de observar que la llama de tu caldera tenga ese tono azul, es importante prestar atención a la correcta evacuación de los productos de combustión y a que la ventilación sea suficiente en aquellos modelos de caldera atmosférica.
Este sería el color de la llama de una caldera de gas que funcione adecuadamente y que, por tanto, sería eficiente.
En anteriores modelos de calderas de gas existía un visor o ventanilla pequeña por dónde se podía observar claramente en color de la llama. Sin embargo, en la actualidad, los avances tecnológicos prácticamente han limitado esta posibilidad. Ahora la gran mayoría de esos visores se han sustituido por un piloto led o un simple símbolo de una llama en el display digital que indica que el quemador está encendido, por lo que se ha “perdido” cierta información que podía ser relevante.
Llama de caldera de gas blanca o amarilla
El uso continuado de la caldera produce un desgaste en todas las piezas del equipo, lo que a la larga se puede traducir en diferentes averías o mal funcionamiento del mismo.
Si la llama de tu caldera de gas es blanca o amarilla significa que tu equipo está realizando una mala combustión; esto es, demasiado gas y poco aire. Esto puede ser señal de que los quemadores donde se produce la mezcla de aire y gas están obstruidos.
¿Qué problemas puede acarrear?
La llama amarilla ensucia mucho las diferentes piezas de nuestra caldera. Los residuos se incrustan entre las láminas y provocan obstrucción en el paso de aire caliente entre ella. El resultado es un empeoramiento en el intercambio de calor, se aprovecha menos el gas que se paga.
Si la llama es amarilla y significativamente alta, tu caldera está produciendo residuos muy tóxicos. Cuando la llama entra en contacto con las láminas del serpentín o las paredes de aislamiento, produce un hollín o carbonilla muy tóxica, como el que aparece en la imagen siguiente.
No solo el aspecto o color de la llama es importante. El comportamiento de la misma también es un indicador de si está funcionando o no correctamente. Si la llama produce ráfagas, significa que no es estable. Esto puede deberse a un exceso de aporte de aire o una presión inestable del aire o el gas. Por otro lado, si solo se enciende una parte de la llama, puede ser porque el inyector o la tubería estén obstruidos.
Solución para llamas incorrectas en tu caldera de gas
Una llama que no sea la adecuada puede producir tanto daños en el aparato como en la salud de las personas que estén expuestas a la caldera. Desde fallos y apagones o malos olores en el equipo hasta producir en las personas y animales intoxicaciones por monóxido de carbono, lo que podría tener consecuencias mortales.
La solución para que la llama amarilla de nuestra caldera se vuelva azul es realizar una limpieza del aparato, proceder a la correcta regulación de aire y gas de la misma y realizar un análisis de combustión.
En ClimátiCO realizamos todos estos servicios con el objetivo de que puedas utilizar tu caldera con toda tranquilidad y seguridad en el momento que lo necesites. Tenemos más de 20 años de experiencia en el manejo de cualquier caldera y calentador de gas de la marca , así como también Neckar y .
Recuerda, si notas algo extraño en la llama de tu caldera, no dudes en solicitar los servicios de un profesional. Tu seguridad es lo primero.
Mantenimiento de calderas en verano
Finales de julio. Te levantas y tachas el último día del calendario. Ese viaje en avión que tanto estabas esperando, unos días en una casa de campo o disfrutar de nuestras maravillosas playas. Sea cual sea el destino que hayas elegido, mañana empiezan tus ansiadas vacaciones y te encuentras inmerso en los últimos preparativos. Maleta hecha, electrodomésticos apagados, pero… espera, ¿qué debemos hacer con nuestra caldera?
Vivimos en un país extremadamente caluroso en el que los meses de verano superan los 30 º de temperatura. En esta época, el aire acondicionado se convierte en nuestro gran aliado para sobrellevar el calor. Es entonces cuando nos olvidamos de nuestra caldera de gas, esa que nos ha acompañado durante todo el invierno y nos ha reconfortado en los meses más fríos del año, proporcionándonos calefacción y agua caliente sanitaria (ACS). Pero, ¿qué pautas debemos llevar a cabo con nuestra caldera si nos vamos de vacaciones de verano?
¿Debemos apagar la caldera en verano?
Si vamos a estar varios días ausentes de casa y no tenemos a nadie de confianza que pueda pasar a echar un vistazo y confirmar que todo funciona correctamente, lo más adecuado para evitar sustos o problemas mayores y, además, obtener un mayor ahorro, es apagar la caldera en verano.
Los pasos más importantes serían los siguientes:
- Cerrar la llave de gas general de paso. Aunque es bastante improbable que una pequeña fuga de gas acabe en un contratiempo de gran envergadura, no es imposible. Por lo que lo mejor es cerrar la llave para asegurarnos de que eso no ocurra y no haya riesgo de explosión.
- Cerrar las llaves generales de suministros agua. Es importante no cerrar solo el gas sino cerrar también el agua. Es más probable que nuestra caldera sufra una fuga de agua que de gas y, por supuesto, nadie quiere llegar de vacaciones y ver su casa inundada. Así nos evitaremos cualquier tipo de peligro y estaremos más tranquilos. Además, al cerrar también protegemos al resto de electrodomésticos, grifos, cisternas, etc… conectados a la red de agua. Otro aspecto a tener en cuenta es la importancia de tener bien localizadas estas llaves ante una situación de emergencia y, sobre todo, mantenerlas en buenas condiciones. Si estuviesen en mal estado, podrían provocar una avería ante cualquier cierre de las mismas.
- Desenchufar nuestra caldera de la corriente eléctrica. Si en los días que estamos fuera de casa hubiese alguna tormenta o avería en el suministro eléctrico, este podría dañar seriamente nuestro equipo.
Si tenemos a alguien que nos cuide la casa en nuestra ausencia, lo ideal sería que, cada dos semanas aproximadamente, pasara a echar un vistazo y pusiera en marcha el agua caliente y la calefacción durante unos instantes para comprobar que nuestra caldera siga funcionando correctamente. Con este pequeño gesto, lo que conseguimos es que las válvulas no se queden bloqueadas. Esto favorecería el hecho de que no se deteriorara nuestro equipo y evitaríamos así encontrarnos con alguna sorpresa a la vuelta de nuestras vacaciones.
Y si no nos vamos… ¿Cómo podemos mejorar el consumo y mantenimiento de nuestra caldera en verano?
A pesar de las altas temperaturas, mucha gente continúa duchándose en verano con agua caliente o simplemente utilizándola para lavar los platos. La realidad es que en la época estival dejamos de utilizar nuestra caldera para la calefacción pero sí, aunque en menor medida y solo en algunos casos, para el agua caliente sanitaria.
Es evidente que en verano necesitamos el agua menos caliente y, además, debemos tener en cuenta que el propio agua entra con una temperatura más alta al equipo. Para mejorar el consumo de nuestra caldera en verano basta con algunas pautas sencillas como las que te describimos a continuación:
Lo básico es utilizar los mandos de nuestra caldera para seleccionar la temperatura más baja o acorde a nuestro gusto de tal forma que, al abrir el agua caliente, esta salga con la temperatura ideal que estamos buscando. Con esta acción gastaremos la cantidad de gas justa (lo cual supone un ahorro energético y económico), no necesitaremos agua fría para mezclar y no perderemos el tiempo ni derrocharemos agua por estar moviendo el mando del grifo para buscar una posición idónea. Así, nos evitamos esos desagradables momentos en los que nos quemamos con el agua al no calcular bien.
Por otro lado, bajando el mando de la potencia también iniciamos una seria de detalles que cuidan el medio ambiente: se produce una menor contribución al calentamiento atmosférico, gastamos menos combustible (gas natural, butano, propano, gasoil…) y reducimos emisiones de productos de la combustión.
El ahorro en costes de gas y agua es un beneficio también para nuestra economía, dicho sea de paso.
Modo de verano en caldera
La caldera se utiliza tanto para poner en marcha la calefacción de nuestro hogar como para el sistema de agua caliente sanitaria (ACS). En verano, su uso queda limitado únicamente al agua caliente. Es por ello que, en algunos modelos de caldera, existe el botón “modo verano” que precisamente activa una configuración para estos casos. En algunos ejemplares antiguos de calderas se trataba de un icono muy representativo: un sol con sombrilla. Así es como se “desactivaba” solo la calefacción, haciendo que la caldera proporcionara únicamente agua caliente.
Además, algunos equipos tienen un botón para agua sanitaria “eco/confort” que se utiliza para desactivar o activar el modo de precalentamiento de microacumulación de 1 litro aproximadamente. ¿Qué nos permite esto? Que, por ejemplo, en mitad de una ducha, cuando cerremos el grifo para enjabonarnos, tengamos agua caliente inmediatamente en el momento que volvamos a abrirlo.
En otros tipos de calderas, no existe el modo verano como tal. En estos casos, debemos configurar la caldera de forma que solo se utilice para el agua caliente. Es decir, regulando la temperatura de la calefacción para que quede desactivada y ajustando la temperatura del agua caliente a nuestro gusto.
Mantenimiento de caldera en verano
Nuestros equipos necesitan una revisión o mantenimiento con cierta periodicidad para asegurarnos de su correcto funcionamiento. El mejor momento para realizar el mantenimiento de su caldera es el verano. ¿Por qué?
En primer lugar porque, dependiendo de la zona del país en la que nos encontremos, los meses de septiembre u octubre pueden llegar a ser relativamente frescos. Anuncian la llegada del invierno y es importante no esperar hasta el último momento para poner a punto nuestra caldera. Podríamos llevarnos una ingrata sorpresa y necesitar que revisen con urgencia nuestro equipo.
Por otro lado, es un momento idóneo para realizarla, puesto que son meses en los que disminuye mucho el uso que le damos a nuestros equipos. Si necesitamos estar un día sin agua caliente, desde luego nos importará mucho menos que en pleno invierno.
Además, otro punto a favor para realizar el mantenimiento de su caldera en verano es que, para los técnicos que ofrecen estos servicios, se podría considerar temporada baja. La disminución del uso de calderas conlleva que tengan menos demanda en cuanto a reparaciones y que, además, no sean urgentes.
En definitiva, si realizas el mantenimiento de tu caldera en verano inviertes en tu comodidad y confort pero, sobre todo, en tu seguridad.
En ClimátiCO estamos especializados en el mantenimiento de todo tipo de calderas y calentadores de la marca en la Comunidad de Madrid. También trabajamos otras marcas como o Neckar.
Nuestro objetivo es asegurar el adecuado funcionamiento de su aparato, garantizar su eficiencia energética y afianzar su seguridad y durabilidad.
Todas nuestras intervenciones incluyen una limpieza de la caldera y el análisis de combustión. Además, ofrecemos 3 meses de garantía.